Un equipo internacional de arqueólogos ha desenterrado en una cueva de Crimea un hallazgo extraordinario: un lápiz de ocre amarillo elaborado por neandertales hace más de 42.000 años.
Este descubrimiento ofrece una nueva perspectiva sobre las capacidades simbólicas y artísticas de esta especie, desafiando la idea de que solo el Homo sapiens era capaz de realizar manifestaciones artísticas deliberadas.
Los investigadores han determinado en un estudio publicado en Science que la pieza, de entre cinco y seis centímetros, fue cuidadosamente tallada, afilada y reutilizada en repetidas ocasiones. Los estudios microscópicos efectuados por Francesco d’Errico, de la Universidad de Burdeos, revelan que su extremo se desgastó por el uso y se volvió a afilar, un indicio claro de que fue empleada como una herramienta de dibujo.
Un instrumento con valor artístico
“No se trata solo de una pieza con forma de lápiz, sino de un instrumento empleado como tal”, explicó d’Errico. Según el investigador, el objeto pudo utilizarse para trazar líneas o decorar superficies como pieles, piedras o conchas, lo que sugiere un comportamiento simbólico y una intención creativa. Este tipo de evidencias refuerzan la hipótesis de que los neandertales poseían una mente artística más desarrollada de lo que se había creído hasta ahora.



