Se estima que en la Ciudad de México (CDMX) viven 22.75 millones de habitantes que se transportan diariamente. En ese sentido, cómo hacer que la Arquitectura sea creadora de estrategias que mejoren la movilidad en una de las ciudades más pobladas del mundo.
Para platicar sobre el tema, Prensa IBERO dialogó con el Mtro. Sabetay Palatchi, Académico del Departamento de Arquitectura, Urbanismo e Ingeniería Civil de la Universidad Iberoamericana (IBERO) Ciudad de México (CDMX).
El Académico de nuestra casa de estudios afirma que las y los arquitectos no nada más deben saber hacer edificios, también deben preguntarse cómo resolver problemas que afecten a las ciudades como ocurre con la movilidad.
“No se trata de quitar un automóvil, ni de mantener una bicicleta o hacer que la gente camine. Se trata de resolver un problema en la ciudad. Si se ejecuta un proyecto de movilidad, hay que revisar que sea viable para la ciudad”, afirmó.
Indicó que lo ideal es que hubiera un Diplomado o una Maestría específica que pudieran estudiar estas problemáticas en las ciudades y sus posibles soluciones para diseñar soluciones arquitectónicas.
Transporte
En su opinión, dijo que otras ciudades (Hong Kong, Shanghái y Londres) nos superan en ofrecer servicio de transporte público, pues son conocidos por su eficiencia, cobertura y puntualidad, lo que por lo general no ocurre en México.
Abordó el tema de la permeabilidad de las calles y avenidas, las cuales requieren de materiales que permitan que el agua penetre en el subsuelo, ya que, en época de lluvias, genera problemas de movilidad por los encharcamientos y las inundaciones que se forman en diferentes puntos de la CDMX.
“La CDMX tiene hundimientos diferenciales y hay lugares donde se forman socavones como en la alcaldía Iztapalapa. Esto quiere decir que la tierra o se está abriendo o se está hundiendo. Eso complica muchísimo más este problema”, abundó.
Finalmente, señaló que en México lo que se necesita es hacer construcciones u obras que sean pensadas en pro de la sociedad y de las y los habitantes, pues son quienes van a usar los espacios y los servicios públicos.
