En caso de ser utilizado, reutilizado o confinado de manera incorrecta, el plástico genera una cadena problemática que llega a los grandes cuerpos de agua donde los ríos son importantes transportadores de estos desechos, aseguró la investigadora del Centro Conjunto de Investigación en Química Sustentable UNAM-UAEM, Rosa María Gómez Espinoza.
En el agua, la interacción de aire frío y caliente, es decir cambios de temperatura, así como la rotación de la Tierra, generan círculos o remolinos que atraen desperdicios, en su mayoría de esos materiales, los cuales conforman islas de plástico, añadió.
“Si lo observamos de una manera satelital, lo que apreciaremos son manchas; se trata entonces de islas tóxicas que incluso han contaminado a los 15 ríos más importantes de Asia, ubicados en países como China, Filipinas, Indonesia, Vietnam y Sri Lanka; ahí lucen bolsas, redes, hilos de pesca, latas, botellas, popotes, todo hecho de plástico”, describió.
Al participar en el Foro Abierto “La Ciencia más allá del aula”, organizado por la Facultad de Química de la UNAM, la también investigadora de la Universidad Autónoma del Estado de México explicó que se ha atribuido la degradación de los plásticos a la radiación solar y al golpeteo que hay en el agua.
Estos remolinos -principalmente en el Pacífico Norte, Pacífico Sur, Atlántico Sur y en el Índico- ocasionan que se descompongan en microplásticos.
Gómez Espinoza indicó que en el océano 20 por ciento de la basura es producida por las plataformas petroleras o la industria marina, y 80 por ciento por consumo humano.



